martes, 1 de marzo de 2022

Manejo de vía subcutánea en Atención Primaria

La vía subcutánea consiste en la administración parenteral de fluidos (fármacos o sueros) a través de la hipodermis. Este tejido se caracteriza por presentar una vascularización elevada que permite la absorción por difusión capilar pasiva y a su vez un bajo número de receptores nociceptivos. 

Algunos estudios estiman que el 70% de los pacientes en situación terminal necesitan una vía alternativa a la oral. Por la simplicidad de su técnica y la reducida incidencia de complicaciones, la vía subcutánea es considerada la mejor de las alternativas posibles. Además, permite que el paciente pueda permanecer en su domicilio si así lo desea, mejorando la autonomía y calidad de vida del mismo.

 

Antes de valorar su uso, es importante conocer las indicaciones y contraindicaciones para el empleo de la vía subcutánea:


También tenemos que saber que existen dos modalidades para su administración: la infusión continua o intermitente. Para la primera, tenemos diferentes dispositivos: bombas de infusión, infusores con elastómero, reguladores de flujo, etc. Y, ambas, se acoplan en un catéter subcutáneo fijado en una de las localizaciones apropiadas para este fin. La modalidad d elección e Atención Primaria es la infusión continua con elastómero, adaptándolo, por supuesto, a las necesidades de cada paciente. Para aprender su colocación recomendamos material audiovisual de la revista AMF, enlazado aquí: https://amf-semfyc.com/web/article/629.

 

Como hemos comentado, podemos administrar medicamentos o sueroterapia, hasta un total de 3 litros en 24 horas dividido en dos vías diferentes. La recopilación de fármacos más usados está accesible en las diferentes guías que enlazamos en la bibliografía. A modo de resumen, hemos elaborado un documento que enlazamos a continuación.



En función de los medicamentos que empleemos y de las particularidades del paciente, la vía puede permanecer alrededor de 7 días, precisando una supervisión más o menos estrecha en función de las necesidades. 

 

El papel del paciente y/o cuidadores va a ser fundamental. Es importante instruirlos en los cuidados básicos de la vía y detección de complicaciones, además de la administración de bolos pautados y de rescate. Esta implicación aporta sensación de utilidad y control, lo que se vive de manera muy positiva en la mayoría de casos. Sin embargo, la necesidad de apoyo del entorno del paciente puede contraindicar la vía subcutánea en caso de no cumplir con unos mínimos requisitos. 

 

Pese a las ventajas que ha demostrado la vía subcutánea, ésta sigue siendo una herramienta desconocida en muchos equipos de Atención Primaria. Desde el grupo de Atención Domiciliaria y Paliativa queremos animar a todos los compañeros en formarse y atreverse a emplear la vía subcutánea. Pese a que puede parecer compleja inicialmente, la técnica es extremadamente sencilla y las complicaciones escasas. Su uso en Atención Primaria tiene un alto potencial para ganar resolución y permitir a nuestros pacientes continuar su proceso en el domicilio, confiriendo al paciente (y la familia) el papel protagonista en su cuidado.

 

Bibliografía.

1.Guía para Atención Primaria en Cuidados Paliativos. Ministerio de sanidad. 2021. [Disponible en: ingesa.sanidad.gob.es/bibliotecaPublicaciones/publicaciones/internet/docs/Cuidados_Paliativos.pdf]

2.Guía práctica clínica para el manejo de la vía subcutánea. Servicio aragonés de salud. 2020. [Disponible en:  portal.guiasalud.es/wp-content/uploads/2021/01/gpc_606_via_subcutanea_compl.pdf]

3. Blanquer JJ, Pascual L. La vía subcutánea: una alternativa a la vía oral, antes, durante y después de la crisis sanitaria. AMF marzo-juni0; 2020. [Disponible en: amf-semfyc.com/web/article/2662]







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